Instalar un elevador de carga VRC puede parecer algo directo… hasta que los detalles te pasan factura.

Hay decisiones que no se ven en los catálogos, pero que afectan el funcionamiento, la seguridad y el rendimiento del equipo todos los días.

Aquí te dejamos los errores más comunes al implementar un sistema VRC (Vertical Reciprocating Conveyor) y cómo prevenirlos antes de invertir.

1. Confiarte del peso promedio

Uno de los errores más frecuentes es elegir el equipo de elevación en función del peso “que normalmente subimos”.

Pero en planta, “normalmente” no significa “siempre”. Hay variaciones, picos de carga, nuevos productos o cambios en los procesos que hacen que el equipo trabaje al límite.

Resultado: desgaste prematuro y posibles fallas mecánicas.

2. No adaptar el elevador a tu operación

Un elevador vertical VRC puede cumplir con la ficha técnica, pero si no está alineado con el flujo de trabajo real, se vuelve un obstáculo.

Desde puertas mal ubicadas, hasta plataformas incómodas o ciclos de carga lentos: si no facilita tu operación, estorba.

Resultado: baja productividad y frustración operativa.

3. No revisar bien el lugar de instalación

Parece básico, pero sucede más de lo que imaginas. Se compra el elevador de carga VRC sin haber hecho un análisis del sitio: ¿hay altura disponible?, ¿estructura suficiente?, ¿accesos despejados?

Resultado: sobrecostos, retrasos o adaptaciones innecesarias.

4. Olvidar el mantenimiento preventivo

Un sistema VRC bien diseñado es robusto, pero no es infalible. Si no hay un plan de mantenimiento, cualquier pequeño detalle puede convertirse en un paro inesperado.

El error no es que falle, es no tener previsto cómo mantenerlo en buen estado.

Resultado: paros de línea, riesgos operativos o mayores costos de reparación.

5. Elegir solo por precio

A todos nos importa el presupuesto. Pero irse por el elevador más barato puede terminar costando más en el mediano plazo. 

Materiales más delgados, ciclos lentos, poca capacidad de carga o plataformas que requieren muchas adaptaciones.

Resultado: más gasto en correcciones, menor durabilidad y un mal sabor de boca.

Conclusión

Un elevador de carga VRC bien elegido puede agilizar tu flujo, aumentar tu seguridad y reducir esfuerzos.

Uno mal planeado, en cambio, frena toda la operación.

En ICOM diseñamos, adaptamos e instalamos soluciones logísticas verticales que sí funcionan en planta. Porque no solo vendemos plataformas de carga: optimizamos el manejo de carga con lógica de piso.

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